domingo, 12 de enero de 2020

¿DE QUÉ CÁRCEL TE SACARÁ EL TEMBLOR?


En ocasiones hay "eventos naturales" que sacan hombres de la cárcel,  hacen que incrédulos vean el poder y la necesidad de Dios y sean salvos. 
Pablo y Silas fueron apresados, desnudados, azotados, encarcelados, tan solo para que Dios enviara una terremoto que abrió las puertas del calabozo donde todos los presos podían escapar.

 Esto como consecuencia de orar y adorar a Dios en medio de su dolor, sufrimiento y miedo. Entonces, el carcelero que los tenía que velar, decide quitarse la vida, por haber dejado escapar los prisioneros. ¡Y lo detuvo Pablo! Pues ninguno escapó pudiendo hacerlo. Cosa que deja al carcelero a los pies de Pablo atónito y sintiendo la presencia de algo sobrenatural. Y deseando saber, qué tiene que hacer, para conocer al Dios de Pablo y Silas. El Dios que abre paredes, dónde la libertad se hace notable pero nadie se mueve. ¿Porqué no se movieron? Eso lo hizo Dios, para que el carcelero fuera salvo y toda su familia.  Dios tiene la capacidad de hacer que gente que piensa que todo está perdido, vea Su salida. Si Dios tiene que hacer temblar la tierra por ti y tu casa, lo hará por amor. Si gente, conoce a Cristo en medio del miedo y dolor es una SALVACIÓN tan válida a Cristo como aquellos que llegan cansados de pecar y quebrantados. 
HECHOS 16: 22-36
22 Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. 23 Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. 24 Al recibir tal orden, este los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo.
25 A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. 27 El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó:
28 —¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí!
29 El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. 30 Luego los sacó y les preguntó:
—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
31 —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
32 Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. 33 A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia. 34 El carcelero los llevó a su casa, les sirvió comida y se alegró mucho junto con toda su familia por haber creído en Dios.
35 Al amanecer, los magistrados mandaron a unos guardias al carcelero con esta orden: «Suelta a esos hombres». 36 El carcelero, entonces, le informó a Pablo:
—Los magistrados han ordenado que los suelte. Así que pueden irse. Vayan en paz.
HOY LA PALABRA NOS RECUERDA QUE DESPUÉS DEL DOLOR VIENE LA PAZ. QUE TE VAS A SENTAR EN LA MESA CON QUIÉN ALGUNA VEZ TE HIZO GUERRA!!!

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