viernes, 9 de enero de 2015

El Verdadero Compromiso.

Hay quien no le teme a "nadie". Pelea con el que sea. Dice lo que piensa. Vive como quiere. Enfrenta a su adversario y solo le tiene miedo a una diminuta palabrita: "compromiso." Claro que le tiene terror. Si todo lo que se suponía fuera compromiso en su vida, fue un vínculo roto y doloroso. El compromiso de los padres no existiò. El compromiso amoroso de pareja tampoco le dura mucho. Amigos que se mostraron comprometidos de repente ya no están. Relaciones afectivas y prometedoras ya no se desean continuar. Esto es una cadena real de sin sabores que se lleva muchas veces a la adultez, al mundo laboral, al noviazgo,  matrimonio y al rol de padres.
Se arrastrà a toda relaciòn futura.  Es esa persona que conoces que es incapaz de amar algo con entrega total porque asì viviò; carece de agallas comprometidas para pelear por si mismo y por quienes ama. Es el que tiene multiples relaciones, muchos fracasos, el que nunca llega a tiempo y siempre intenta iniciar de nuevo " jurando" que esta vez si que "es" pero jamàs lo logra. Es el que nunca es feliz ni aprecia lo mucho que tiene. Siempre le falta o busca algo.  Vive engañado en sus propias fuerzas para al fin alcanzar ese "algo" con lo cual se entregue realmente comprometido. La palabra compromiso es en si, es una palabra y una acciòn sub- estimada. Es tal vez, lo màs necesario en tu vida hoy. ¿Es inaclanzable el compromiso? La respuesta es no. Está a tu alcance en el momento que dejas de depender de tus propias fuerzas y empiezas a depender de Dios. Pablo dijo: “…Ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon… Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas… Así fui librado de la boca del león” (2 Timoteo 4:16-17). Cuando  el mismo Pablo sintiò soledad por falta de compromiso, solo el Señor estuvo con el y lo ayudò. DIOS NUNCA TE DEJA. En ese potente descubrimiento es que el compromiso se hace màs real y se entiende lo mucho que lo necesitamos.
En ese momento que te das cuenta que en tu día màs solitario, Dios no te dejò jamàs. Que su compromiso es contigo y tu no puedes  dejar de iniciar o mantener tu compromiso con El. Ocùpate de las cosas de Dios y El se ocuparà de las tuyas. Ahì se engendra el nuevo compromiso que siempre buscaste...el que nunca tuviste y hoy dìa se hace realidad y se extiende a todas tus relaciones y asuntos.
Lo cierto es que
Dios tiene el poder de cambiarte, rompiendo toda cadena generacional de maldiciòn por falta de compromiso. Eso si es nueva vida en el ùnico que lo hace llamado Cristo Jesùs.

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