jueves, 11 de agosto de 2016

¡Siembra!

Cuando se siembra en un terreno vacío, y comienza a crecer vida en aquel desierto, ocurre algo asombroso: lo que sale de el, es cada vez mas limpio. La vida humana muchas veces es así. Siembras la Palabra de Dios y no parece crecer nada, y de repente se enciende un bosque. Cada raíz que se cimienta en Cristo va fortaleciendo y limpiando el terreno. Entonces la presencia de Dios fluye como ríos de agua viva. No nos cansemos de sembrar. Siembra, aunque no veas nada. Siembra aunque el terreno parezca estéril. Siembra, y luego riega la semilla con la Palabra de vida. Espera: un bosque ya esta germinando!

Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

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