lunes, 8 de agosto de 2016

Ese peso no es tuyo

Si alguna vez has usado unas pesas de tobillo sabes que al quitarte las pesas te vas a sentir tan liviano que casi caminas en el aire. El cuerpo se acostumbra al esfuerzo por cargar ese peso adicional...y llega el momento que no sientes cuánto peso estás cargando. Pero al quitarlas, la diferencia es asombrosa y notable. Entones, estabas cansado y de inmediato sientes fuerzas. Así mismo es la vida sin Jesús: estas cargando el peso del pecado, y culpa y  muchas heridas, hasta que no te das cuenta cuan pesada está la carga. Pero en el instante que te vuelves al Señor, ese enorme bulto se lo lleva El...entones te ayuda con todas tus cargas para que puedas caminar en la vida más liviano. No es que no tendrás problemas, sino que conoces al ayudador a tu lado llamado Jesús y sientes la paz que solo El da. Quitarte lo que te carga es una decisión.
Solo tienes que pedir perdon, pedir que Jesús entre en tu corazón y aceptarlo como Salvador...pedirle que te ayude a cambiar...El hace el resto...
Salmos 55:22
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.

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