sábado, 30 de enero de 2016

Que no se ponga el sol sobre tu enojo

Efesios 4:26 dice- ENOJENSE, PERO NO PEQUEN; no se ponga el sol sobre su enojo. Esto va más allá de las parejas. Es una afirmación para toda relación. Si has visto crecimiento en tus sentimientos de coraje. Si has observado distanciamiento y grandes brechas entre ti y los que amas, tal vez muchas noches te has dormido enojado, el Sol se puso sobre tu enojo. Ahora bien...puedes cambiar esto. El poder está en ti cuando entiendes que no debes ni dormir hasta que arreglues tu coraje. Tal vez no se vaya al instante, pero puedes afirmar lo contrario declarando con fe que depositas toda frustración y enojo sobre el Señor. Creyendo que el tiene cuidado de ti y quienes amas. Que El se encargará de quienes te persiguen y te desean mal. Perdona! Es el poder más facinante. Te libera a ti de unas cadenas invisibles a la vista, pero observables en tu vida y como te relacionas con el mundo. El Señor me dijo hace un tiempo que por cuanto habìa perdonado, contestarìa una petición que tengo ante El. Yo le creo. Creo que el perdón, en su momento trae bendición. Puedes creer que esto es para todos, para ti? Jesùs no murió por el perdón de algunos, no fue crucificado por el perdón de los que en El creyeron. Lo hizo por todos y es la mejor muestra del poder del perdón. Desde hoy...que no se ponga el sol sobre tu enojo.

viernes, 22 de enero de 2016

Yo No Tengo Que Ser Asì

Hay personas que  describen sus defectos con una actitud de aceptaciòn diciendo : "soy asì." Es el que alguna vez ha dicho: " yo soy duro, yo siempre he sido seco, yo no me dejo chavar de nadie, yo digo lo que pienso hago lo que quiero y punto" etc. etc. Más que aceptar que somos así, esto es una actitud de vivir resignado a ser asì y esto tiene sus consecuencias.
Uno de los dolores más dificiles de enfrentar es el que hemos causado nosotros mismos en otros, por nuestras actitudes y acciones desenfrenadas. Es el dolor que provocaste al vivir tantos años haciendo varias cosas mal sin darte cuenta del daño que causabas. De repente ves que esas malas decisiones provocaron malas consecuencias en las personas que amas. Es lo que no observaste a tiempo, el que no abrazaste lo suficiente, lo que pospusiste para despuès y se hizo tarde. Son las veces que heriste con tus palabras, las ocasiones que por el apuro no te detuviste a escuchar.  Entonces te llega la factura y es tremenda deuda. ¿Còmo enmendaràs tus errores si te pasas diciendo: "por mi culpa..."ya no hay remedio"l...no sirvo"..."¿como no me di cuenta antes?" No te estanques en tu fracaso. El pasado no lo puedes cambiar y no se hizo para permanecer en el. Hay uno que te puede convertir en algo mejor si lo dejas trabajar. Es Jesùs. El te toma como barro en Sus manos. Rompe el molde anterior y hace de ti una vasija nueva. Pero necesita que te presentes ante El con tu corazòn roto o endurecido y le digas: "tómalo...quebràntame y hazme un corazòn nuevo." Muchas veces lo que nos hizo daño va de la mano de lo que hicimos mal hacia otros. Pero Dios puedes romper esas cadenas generacionales que te atan. No puedes cambiar lo que ya pasò. Pero puedes escribir una nueva historia donde abraces más, donde veràs la necesidad a tiempo, donde te detendras màs a menudo a escuchar, y donde pensarás muy bien antes de hablar. El corazón que Dios hace nuevo, trae nuevas experiencias y la hermosa oportunidad de empezar otra vez y sanar. Empieza por perdonarte tu...y entregarle tu corazón al Alfarero. Algo mejor te espera. Cristo sana, Cristo salva, Cristo limpia, Cristo tranforma, redime, da sabiduría y te hace nacer de nuevo. Ezequiel 36:26 "Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne."

sábado, 16 de enero de 2016

El Dios de lo Pequeño

Recibe esta bendición.
No te olvides que Dios te ayuda también en las cosas pequeñas. Quiero que recuerdes el peor momento de tu vida. Ese momento en la cual desesperadamente dijiste Dios mío ayúdame por favor. Entonces milagrosamente ocurrió algo que trajo solución y hasta el dìa de hoy vives convencido que fue Dios quien obró. Esa ayuda vino del Consolador, el Ayudador, el Espìritu Santo de Dios. Ahora bien, dìa a dìa se presentan pequeñas situaciones que pueden complicar tus metas o deseos. En las cosas cotidianas también Dios te quiere ayudar. Si a veces se te truncan las cosas más simples, Dios quiere enseñarte algo llamado dependencia. Si. Que no dependamos de nuestros esfuerzos y determinación y dependamos de El. Esto se nos puede olvidar, o tal vez nunca lo has practicado. No todo me sale bien, pero muchas veces Dios me sorprende. He visto la mano de Dios en muchas cosas. Desde no encontrar las llaves, hasta hallar estacionamiento donde no hay ninguno. He visto $20.00 aparecer en mi billetera luego de buscar 10 veces en el mismo lugar y no tener ni centavo. He visto la leche en su envase no acabarse con rapidez y la carne en la olla rendir y rendir. " Acaso Dios no multiplicó los panes y los peces para alimentar una multitud?" Han aparecido espacios para cita en un doctor que estaba lleno hasta meses después. Todo llegó luego de perirle a Dios. Una vez pedì al Señor comer algo de manos de una amiga y ese dìa apareció con el antojo diciendo: "Tuve que pararme en la panaderìa y comprarte esto porque Dios no me dejaba quieta." Hace unos meses atrás una amiga mìa me visitó al trabajo. Estaba antojada de comer guanimes con bacalao. Luego de llamar a varios restaurantes sin hallarlos, abrieron la puerta y dijeron: "Alguien quiere este almuerzo porque yo no como esto; son guanimes con bacalao." No salìamos del asombro. Pìdele a Dios y se especìfico. Dentro de Su voluntad hay cosas grandes y pequeñas para ti. Tiene montañas de bendiciones que aùn no te ha dado. Esa es la montaña que Dios quiere que tu muevas, que tu sacudas con tu fe (Mateo 17:20) Hoy Dios me recuerda que el es Dios en lo grande y en lo pequeño. Y lo comparto con ustedes, con lágrimas en mis ojos porque sutilmente lo habìa olvidado y si se te olvidó te lo recuerdo. Conoce hoy a tu Dios el proveedor! Dile lo que necesitas, aunque El lo sabe, lo quiere escuchar de ti y que tu dependas de El. Podrás preocuparte, enfadarte, quejarte, esforzarte. Pero hay momento en la cual pocas cosas te saldrán bien por una razón muy simple: olvidaste  depender de Dios en lo pequeño. Deja que Dios te sorprenda!
Isaías 41:13
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.