martes, 7 de julio de 2015

Semillas

El otro día sembraba a unas semillas de girasol y recordé algo que me contó una amiga hace unos cuantos años.
Ella tenía unas cotorras. Su jaula estaba a la parte de atràs de su casa sobre un risco. Cuando comían, muchas de las semillas se les caían desde la casa hacia el risco. El resultado: se observaban hermosos girasoles gigante cuando subías a su casa. La palabra de Dios tambièn es semilla (ver Lucas 8) Puede que te caiga del Cielo en el peor lugar, en tu peor momento, allí en el fondo del risco; donde parece que eres esteril, que no te ayudarà, ni te cambiarà. Pero allí en el fondo...tu anhelo por florecer, por levantarte es lo que te hace perseverar en esa Palabra y retener  su semilla con desespero.  Esa palabra produce buena cosecha en ti aùn cuando parece imposible. Así que: la Palabra de Dios tiene poder; aunque estès en el fondo, atesórala. En su momento florecerá. Y seràs alto y erguido, robusto y hermoso y tambièn tendràs muchas semillas para sembrar.

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