martes, 15 de octubre de 2019

La lengua es tan pequeña

Una palabra un poco compleja, pero que pido a Dios que haga lo que El quiere que haga.
Un poco largo, pero que te bendiga si lo lees.

La lengua tiene su ciencia. Percibimos sabores por su estructura y capacidad. Lo ácido, dulce, salado, amargo y más.
Y me parece curioso la conexión que hace el ser humano a la lengua y las emociones.
Unos ejemplos: " Que mujer más ácida. Ese tipo está salao. Que personas tan amargadas. ¡Ay el es tan dulce!"
Todas estas percepciones humanas tienen en común la lengua. Todo ser humano tiene éste miembro muy pequeño. ¡Pero es grande en realidad! Es tan grande que es lo más usado para comunicar lo que hay en el cerebro y corazón. Más que el leguaje corporal, la lengua es clara y peligrosa. Porque es puerta abierta a lo que te afecta, a quién supuéstamente eres.

La amargura, la salazón, la acidez, la dulzura. Salen de la lengua  al oído humano. ¿Para qué la usamos? Porque si lo que hablamos refleja la ciencia de la lengua, refleja la verdad. Y que cosa curiosa: lo dulce es lo menos presente. Pero hay un lugar sin gusto en la lengua, que no percibe nada ( mira la foto). Éste es el protegido por Dios si lo llevamos a un contexto espiritual.  Un lugar, que aunque la lengua siga sacando lo que hay en su interior, no afecta a nada, pues no se percibe. Un lugar protegido, en medio de ataques de todas partes.  Recordemos la lengua y su complejidad cuando hablemos.

Es una ventana al corazón. Muestra lo que vives, lo que alimentas, lo que has sufrido, no sanas, o en el mejor de las circunstancias, lo que te llevó a la dulzura y paz. En el centro de lo que hablas puedes encontrar paz. Se llama Cristo. El que anestesia, mientras todos hablan, o no puedes controlar lo que dices. Consejo: el único que cambia cómo te expresas es Cristo. Porque cambia primero  el corazón, para que hable de lo que El hace.
La lengua hace crecer o derrumba, bendice o maldice, hiere o restaura. Odia o perdona. ¿Para qué la vamos a usar?
Santiago 3:5-6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

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