viernes, 9 de junio de 2017

El juzgar a los demás

"Cómo caminamos con los heridos habla más que cómo nos sentamos entre los grandes."
Los cristianos estamos llamados a imitar a Cristo. Nunca vi a Jesús menospreciar, rechazar, humillar un enfermo o un pecador. Cristo, con compasión sanó a la mujer del flujo de sangre que se atrevió a tocar Su manto entre la multitud. Cristo recibió el preciado aceite del alabastro que derramó la mujer pecadora sobre Sus pies. Cristo habló con la mujer Samaritana en el pozo y le ofreció pan de vida, agua que sacia eternamente sin ésta merecerlo. Jesús,  levantó, perdonó y restauró al Rey David luego de asesinar a Urías y tomar su mujer para el. Moisés mató un egipcio y se tardó 40 años procesado en el desierto, pero cuando se paró frente al Mar Rojo y obedeció a Dios éste se dividió. Cuidemos nuestras vidas de ser pequeños "jueces" y hacerlo en el nombre de Dios. Cuidemos nuestros corazones y actitudes del malvado espíritu de orgullo y la falta de compasión. Si el amor de Dios cubre multitud de faltas, y perdona millares de pecados, nuestro caminar debe dirigirse a levantar multitud de heridos y multitud de caídos. No descalifiquemos lo que Dios no ha descartado.
Mateo 7 : 1-2 NVI
El juzgar a los demás
7 »No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. 2 Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.

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