Jesús sanó un ciego de nacimiento con saliva y tierra.
Juan 9:6-
"Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,"
No es tan importante cómo Dios lo hace sino reconocer que tiene el poder de hacerlo.
Juan 9:7- "y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traduce a enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo."
No es tan importante cómo Dios lo hace sino que te muevas al lugar que te envía para completar la obra.
Dos acciones que producen milagros:
CREER
Y
OBEDECER.