Dos paralíticos que Jesús sanó entre muchas sanidades: el paralítico de Betesda y el de Capernaum. Pero hubo gran diferencia entre ambos.
1. El paralítico de Betesda... Juan 5: 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
El paralítico de Capernaum:
Marcos 2:3-4 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Aquí encontramos dos escenarios parecidos. Pues tenemos a Jesús sanando diréctamente a dos paralíticos. La diferencia entre el paralítico de Betesda y el de Capernaum era que el de Betesda era dejado a diario en el estanque para que resolviera como pudiera. El paralítico de Capernaum tuvo con el gente apasionada que se pusieron de acuerdo con él para que recibiera su milagro. Gente que cargó el peso de su cuerpo, lo llevaron hacia Jesús, se treparon y metieron por el techo para que no pasara ni un día más sin su milagro. Me imagino que el paralítico de Betesda tenía familia o personas que lo llevaran al estanque a diario y lo dejaran allí. Pero el de Capernaum tuvo un sistema de apoyo organizado y con una misión. Ambos recibieron su milagro. Pero el que tuvo apoyo no tuvo que esperar 38 años. La gente dispuesta a ayudarlo aligeró el proceso. ¿Por quienes estás dispuesto a cargar su peso, trepar los techos, romper los mismos y entregarlos en manos del que hace milagros? Esto es evangelizar con obras.