Algo que Dios pone en mi corazón con amor:
Si desviámos la mirada de Dios nos resta observar al humano. El humano falla, se cae, lucha con actitudes y personalidades que Dios desea cambiar. Si miras al hombre nunca verás al Dios que los transforma. Y te puedes confundir con la confusión que causa el enemigo en contra de la iglesia y de tu relación con Dios. Nunca dejes de congregarte por lo que has visto o sabes de otro hermano de la fe. Mira al Dios que está delante de ti. Es una excusa pobre que nos perdamos de la experiencia de Dios y la comunidad de fe por una persona igual que nosotros: imperfecta.
Si hemos confiado en el hombre más que en Dios, hemos fallado al órden que Dios aconseja y amonesta:
Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
1 Samuel 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.