jueves, 25 de mayo de 2017

Instruye al Niño...

Es largo pero leelo hasta el final. Espero te bendiga.
Los niños crecen tan rápido. Irónicamente, hoy tus pequeños quieren fregar, quieren cocinarte, quieren recoger,  peinarte, traerte las cosas. Encontrar un zapato perdido, una pantalla que cayó al piso es toda una aventura y celebración.  A veces no los dejamos porque hacen un reguero, porque nos atrasan en nuestras vidas ajetreadas. A veces no disfrutamos esas etapas que van de prisa.  En un mañana no tan lejano es probable que querrás que hagan algo y sus intereses serán  otros. Etapas,  todo se vive en etapas.  A lo largo de la vida, he visto tantos niños que parece que fue el otro día que salieron de tercer grado de la escuela en la que laboro, y se graduaron de 4to año. Algunos ya formaron sus propias vidas y familias. Los años pasan  tan rápido. Hoy queremos que crezcan y sean independiente, mañana que sean los bebés que uno guardaba en la casa, los que acostamos a dormir tranquilamente.  Mañana saldrán a la calle a socializar y tu los esperarás. Tu querrás dormir y ellos te desvelarán. En un abrir y cerrar de ojos nuestra casa está vacía  Ley de vida. ¿Recuerdas tus propias maldades cuando jóven?  ¿Recuerdas las veces que tal veces te tentaron con alguna droga  o  sencillamente te influenciaron aquellas malas amistades? El mundo querrá tus hijos para destruirlos y destruirte a ti. El enemigo va a intentar reclamar sus vidas,  dañarlos, ponerlos rebelde.  Porqué escribo esto? Proverbios 22:6 dice: "instruye al niño en Su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de el." Esta palabra de Dios es una gran promesa. Dios nos dice que si desde pequeños llevamos los niños a la Iglesia y les educamos en el Señor y en el sano  temor de Dios, se podrán involucrar en cosas que nos preocupan, podrán ponerse rebeldes, no querer ir a la Iglesia, cometer errores, etc. Pero la promesa de Dios los devolverá al camino correcto así sea cuando viejo. ¿Estamos preparando nuestros niños para la vida,  y para la VIDA ETERNA? Para esto nuestra vida debe ser el ejemplo mayor para ellos. Seremos el modelo a seguir. Querrán imitarte,  hablar como tu,  actuar como tu, vestir como tu, hacer lo que tu haces. Vale la pena hacer los cambios en nuestras vidas por nosotros y nuestra descendencia. Vale la pena empezar a ir a la Iglesia y esforzarnos en ser como Dios quiere que seamos. Nadie es perfecto.  Pero la calle, si estaba mala cuando tu te criabas, hoy está peor. Si yo pudiera darle marcha atrás al tiempo hubiese hecho las cosas muy diferente. Hubiese aceptado esas invitaciones que recibía a algún culto o actividad especial en alguna Iglesia.  Me hubiese esforzado en buscar mas de Dios. Que bueno que Dios llega a tiempo y es misericordioso. Reflexiona. Padre que me lees.  Criar tus hijos en el Evangelio es una gran oportunidad que tienes para inclinar la balanza de la vida a tu favor. Es una oportunidad de disminuir las probabilidades de que tus hijos se pierdan en el mundo. Una relación con Dios no te dará hijos ni una vida perfecta.  Pero ante un mundo dominado por principados,  potestades,  huestes de maldad, la única solución que tenemos es aferrarnos al Señor y aprender como familias cuales son aquellas armas que Dios nos ha dejado para vencer cuando el mundo quiera llevarse los nuestros.  Si tu me lees y criaste tus hijos en los caminos y se apartaron.  RECLAMA LA PROMESA DE DIOS.

sábado, 13 de mayo de 2017

Un Lagartijo Herido

En una ventana de mi casa, se posa un lagartijo desde siempre. Está al otro lado del "screen". Allí lo he visto día tras día casi en todo momento. Se desapareció unas semanas y me estuvo raro. Lo di por muerto. Pensé que no volvería,  pero ayer volvió...solo que no estaba igual. Me acerqué para verlo mejor y estaba herido, sin cola y sin un pie. Ambas heridas estaban cicatrizadas. Qué le habrá pasado, no lo se. Lo que si se es que está vivo, y cazando mariposas como siempre y con bastante agilidad. También se que siempre estaba bien alimentado. preguntaba: "¿Cómo habrá sobrevivido?" Me puso a pensar en cómo nosotros reaccionamos luego de ser atacados en la vida. Luego de perder algo valioso. ¿Nos rendimos para siempre? O batallamos unas semanas hasta sentirnos fuertes y sanos para continuar viviendo. La vida continúa. El proceso duele, las heridas sangran, pero tu estás vivo. Aliméntate de la Palabra para estar preparado cuando llegue el día malo. Sigue luchando,  hay alguien que necesita que tu pelees, que tu vivas y te esfuerces aunque estés cojeando. Aunque sea cojo, salta hacia la meta y no te quedes derrotado. Dios sana los corazones quebrantados (Salmo 147:3) . El sabe cicatrizar como nadie, pero debes permitirle trabajar con tu dolor. Ya no caminarás igual, pero con cada paso te sentirás más fuerte. Y vas a ver que valió la pena llegar a la meta sin la "cola" que te pesaba, sin el "pie" que te hacía tropezar.  Porque Dios transforma tu peor pesadilla en un: "cada vez, más excelente y eterno peso de GLORIA." (2 Corintios 4:17)